Mitos y realidades concernientes a las publicaciones cientÃficas
Resumen
Existen en la actualidad una serie de mitos referentes a las publicaciones cientÃficas que son notoriamente opuestos a la realidad objetiva. El primero se basa en la creencia que el hecho de que la comunicación cientÃfica, en la forma de artÃculo original, comunicación breve, presentación de casos, artÃculo de revisión u otra modalidad publicada en una revista de prestigio, es garantÃa de su validez. Si bien es cierto que algunas revistas de salud, tienen comités editoriales que utilizan el "sistema de revisión por pares" para la selección de artÃculos, no es menos cierto, como aseveran algunos prestigiosos editores de revistas de alto impacto, que otras tratan el asunto de la revisión de manuscritos con una ligereza y negligencia que llegan a veces a la irresponsabilidad. En ocasiones realizamos una lectura crÃtica de algún artÃculo y nos sorprende que su contenido no logre convencer de su validez cientÃfica, entre otros aspectos conceptuales y metodológicos. En tales casos, aseguramos con total razón, que no deberÃan haber sido publicados en la forma que se presentaron.
El segundo mito es la creencia de que es garantÃa de validez y calidad de una publicación, el hecho de que el o los autores tengan prestigio por su práctica profesional. La realidad nos enseña que el tener una sólida experiencia en la práctica profesional no constituye garantÃa de rigor metodológico del estudio. Investigar, requiere de una sólida preparación tanto en la compresión de sus fundamentos como en su metodologÃa.
El tercer mito está relacionado con la supuesta garantÃa que ofrece, que el autor haya publicado con anterioridad otro trabajo de investigación con un excelente nivel conceptual y metodológico. La realidad indica que las publicaciones cientÃficas están sujetas a normas. Cada investigación publicada debe cumplir con los estándares de rigor metodológico, de estructura y de estilo consensuados por la comunidad cientÃfica nacional e internacional, con total independencia de trabajos anteriores. En consecuencia, no existe tal garantÃa; en el mejor de los casos podrá haber una mayor expectativa de calidad.
Un grupo importante de investigadores considera la existencia de un cuarto mito, s el convencimiento de que el cientÃfico, por la misma naturaleza objetiva de su labor, está libre de prejuicios y de sesgos. Un prejuicio del investigador -si lo hubiera- no afecta el proceso de la investigación ni su comunicación, en el supuesto de que la metodologÃa haya sido adecuada y correcta. La realidad demuestra que el compromiso intelectual y emocional hacia un conjunto particular de resultados anticipados puede conducir a errores graves. Por tal razón, el cientÃfico debe ser consciente y estar alerta, porque como cualquier ser humano está sujeto a juicios y opiniones que se forman de antemano, antes de disponer de los datos adecuados y suficientes.
Autores, árbitros y editores, no hagamos de un mito una realidad.
Â
Enlaces refback
- No hay ningún enlace refback.
Copyright (c) 2013 Dr. Carlos Armando SarrÃa Pérez
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional.