La ciencia como proceso de creación de nuevos conocimientos basados en evidencias, teorías y saberes avalados mediante la investigación, no puede existir sin la concreción de un proceso no menos importante: la comunicación científica. La comunicación científica es el conjunto de procesos de presentación, transmisión e intercambio de información científica en la sociedad humana; constituye el mecanismo principal de existencia y desarrollo de la ciencia.
Solo a través de la comunicación científica se realiza el intercambio bidireccional de los resultados científicos entre los creadores o autores, editores, y usuarios o destinatarios de dichos saberes. El intercambio se produce a través de diversas vías como: revistas impresas o digitales, libros, conferencias, eventos; entre otros. Los trabajos científicos constituyen mensajes surgidos a partir de signos o símbolos que contienen información científica de acuerdo a las características propias de cada formato de comunicación (artículos, informes de investigación, tesis.).
Para comunicar un saber científico de manera eficiente, en el caso de un artículo científico, resulta necesario dominar los principios, las reglas; y en general el arte del lenguaje escrito. Un adecuado estilo científico, posee peculiaridades que se relacionan directamente con el objetivo, con la comprensión exacta del mensaje transmitido y con el dominio del tema sobre el cual se escribe. El objetivo principal de la comunicación científica consiste, en dar a conocer la valía de nuevas hipótesis, divulgar nuevos conceptos o nuevas leyes formuladas acerca de la existencia, el desarrollo, o las relaciones entre diferentes fenómenos de la naturaleza, la sociedad o el pensamiento.
El estilo científico se caracteriza por el uso de términos precisos, los que contribuyen a la claridad del texto ya que hacen una referencia directa y exacta acerca del fenómeno investigado. Los términos, por regla general, son palabras asumidas por una comunidad científica específica, de fácil comprensión en cualquier lengua y con un significado que no dé lugar a varias interpretaciones.
Entre las principales dificultades que se presentan en algunos artículos científicos, se encuentran: la ambigüedad del texto por incorrecta redacción y utilización de las ideas centrales de los párrafos, abuso de gerundios, dificultades con la concordancia de las palabras en cuanto a género y número, incorporación de términos no científicos para explicar procederes de investigación, inadecuado uso de las mayúsculas, excesivo uso de adjetivos, lenguaje coloquial, colocación incorrecta de signos de puntuación (entre otras).
Para mejorar la calidad de los artículos científicos mediante los cuales se dan a conocer los resultados de la investigación científica, se debe profundizar en el dominio de los conocimientos acerca de las características del artículo científico a partir de las especificidades de cada especialidad de las ciencias médicas o del medio mediante el cual se va a publicar.
Para el caso de la comunicación científica oral se debe documentar el profesional en torno a las características de las diferentes modalidades existentes para la comunicación en los disímiles eventos científicos, No es posible que la ciencia avance acorde a las necesidades del momento actual, si el proceso de la comunicación científica de sus resultados, no posee niveles de calidad acordes a los que se alcanzan en el propio proceso de investigación.